La cebolla y las ganas de llorar
Te estás preparando un sándwich y decides picar una cebolla para agregarle unas rodajas, así que tomas la cebolla, la tabla y el cuchillo, comienzas a picar y, cuando te das cuenta, los ojos te arden tanto que estás llorando ¿Por qué pasa esto? Resulta que la cebolla contiene algunos compuestos con azufre, cuyas células se rompen cuando la cortamos, liberando moléculas sulfuradas que reaccionan con la humedad de nuestros ojos y generando ácido sulfúrico, produciendo una sensación de quemazón; como mecanismo de defensa, nuestro cerebro va y le ordena a los lagrimales de los ¿ojos que produzcan más agua para contrarrestar la irritación y diluir el ácido que la causó. Impresionante ¿Cierto?
El olor de los libros
¿Alguna vez has tenido la oportunidad de agarrar un libro viejo en una biblioteca o en tu casa y, cuando lo abres, descubrir que exhala un delicioso olor? Lo que ha pasado es que la descomposición de la celulosa (procedente de los árboles y principal material con que se elabora el papel) genera unas moléculas llamadas lignina o vainillina, las cuales le dan el color amarillento y un rico olor a vainilla a los libros viejos ¡Mmmm!
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